Hail Hail Hail

Tiempo para las decepciones...

En primer lugar, la que menos me quema por dentro: el grupo de runas en el que estoy está sumergido en la inercia y el descuido. Suben las indicaciones para las próximas runas hasta que se acuerdan (y sí, comprendo que todos tenemos ocupaciones además de estar metidos en la computadora pero si nos pidieron formalmente que nos comprometiéramos con el proyecto, HAY QUE PREDICAR CON EL EJEMPLO), además de que no se percatan (o no sé qué pase por su mente) de que hemos empezado el Aett de Heimdall y siguen diciendo que HAGALAZ es parte de la octava de Freyr/Freyja... en fin... yo sólo observo, porque cuando he participado me he llevado reveses, así que, vamos solos por el camino, no me preocupa, yo he sincronizado con la energía del FUTHARK, así que puedo proseguir aprendiendo por mi cuenta.

Segunda: a veces nos topamos con la misma piedra, cometemos el mismo error, una y otra vez. Me han dicho que es porque elijo el mismo tipo de camino (afectivo) la mayoría de las veces, es decir, personas que no entienden mi naturaleza o en el mejor de los casos: que son tan parecidos a mí, que de ese juego de espejos, inevitablemente salimos rotos, reflejando mutuamente nuestras miserias. Esto tiene solución, lo sé... pero duele como mil gigantes machacando las cenizas de mi corazón.

Ya no añado una tercera o cuarta o quinta decepción, sólo diré que la energía de HAGALAZ está dándome pelea ruda... ya se sabe que con el primer Aett se te da de todo en abundancia, las maravillas del mundo son iluminadas desde que invocamos a FEHU pero en la segunda octava, viene la verdadera guerra, interna más que nada, esa que si no te hace más fuerte te va a devorar las entrañas hasta que no quede nada.

El granizo... el mal tiempo llega, de los cielos caen pruebas de supervivencia disfrazadas de maldiciones...

En la Ciudad de México ha caído la lluvia en los últimos días... ahora mismo todo afuera se ve tan gris, de un sombrío y triste color que se te mete por las venas... la nostalgia (¿obsesión por el pasado?) ha dado paso a la melancolía (de la buena, de la que da noches tormentosas repletas de poesía) y ésta a su vez ha dado paso a la depresión... mi lado oscuro... esa sombra (como diría Jung) que siempre me acecha... yo le llamo "estilo grunge", ese terrible estado de desencanto que si se va de las manos puede terminar en muerte.

¡Oh, cuán intenso es el tormento!

Heimdall, apiádate de mí... aunque sé que no lo harás hasta que no exorcice mis gigantes de hielo.


Wassail.